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lunes, 12 de marzo de 2018
Yo maté a mi madre: La fantástica ópera prima del nuevo niño rebelde del cine.
Si hay un director importante de cine de mi generación, el más respetado y reconocido en el mundo por sus múltiples apariciones en festivales de cine, ese es el quebequés Xavier Dolan, que si bien su película más respetada es la cinta Mommy del año 2014 con la que se hizo acreedor a uno de los máximos galardones otorgados en el Festival de Cannes como lo es el Premio del Jurado, su historia no habría sido la misma si no hubiera hecho con su ópera prima lo que hizo con Yo Maté a mi Madre.
J'ai tué ma mère trata sobre Hubert, un chico de 16 años que vive sólo con su madre, con la cual, por las propiedades propias de su edad en la que busca más libertad, mas de lo que ella no le puede dar, además de que sufre del hecho de que no sabe como confesarle a su madre que es homosexual, vive en constante conflicto con ella, estando la mayor parte del tiempo que conviven en conflicto reprochándose cosas el uno al otro.
Sus problemas se agravan cuando Hubert dice a su maestra la cual les encarga un trabajo donde tienen que hablar sobre a que se dedican sus padres, que su madre esta muerta y quiere escribir sobre el trabajo de su tía, la maestra le dice que no hay problema, pero esta indaga y llaman de la escuela a su madre, entonces este en un arranque de ira sale huyendo sin importarle arrollar a su madre en el camino, entonces su maestra va tras él para cerciorarse que no haga una locura y de paso disculparse, entonces ella lo trata de ayudar para que trate de comprender un poco a su madre, mientras ella también lidia con una relación fracturada con su padre, y la cual entabla con Hubert una relación de amistad en la que muchas veces ella lo ayuda, pero sus vidas toman caminos diferentes cuando Hubert es mandado a un internado por su madre y su padre, donde comprenderá un poco la posición de cada uno en la vida, y que una madre, por muchas veces que uno crea odiarla, al final mataríamos a cien hombres por verla bien.
La mayor valía de Dolan y su cine, más en concreto en esta película, es su narrativa tan impecable a pesar de las distracciones o de los malos manejos en ciertas cosas, por ejemplo el uso excesivo de la música, con temas más quemados por el director que si bien si aportan a la trama y al momento especifico que viven los personajes, siempre los que gustamos más de las bso o los score originales, eso es algo que nos puede llegar a molestar sólo un poco a varios cinéfilos, pero cuando lo hace un director como Dolan uno le respeta pues no nos estropea la experiencia pues no descuida lo más importante para nosotros, la historia y lo bien que está contada, que en sus próximos trabajos no haría con tanta maestría como lo es en sus películas Los Amores Imaginarios y Laurence Anyways como en esta, en los cuales quiso experimentar tanto en temáticas como narrativas diferentes, además de plasmar muchas de sus influencias y gustos cinematográficos como lo son el cine de autores como Almodovar, Ozon, y Kar Wai. Otra cosa que no hace más que sumar a esta narrativa es el hecho de como entre la acción o el tiempo real se entrelaza este monólogo en blanco y negro que hace el personaje de Hubert en el cual autograbándose narra por qué aunque ama a su madre no soporta su presencia. La explosividad, la histeria, y los gritos, aunque excesivos, expresan perfectamente esta relación de amor-odio entre madre-hijo, uno por lapsos se puede ver reflejado, recordando propios problemas y peleas que uno tuvo con sus padres mientras se era adolescente y se peleaba ya sea por más dinero, o más libertad, y eso será siempre de las cosas más valiosas del séptimo arte, cuando uno se ve reflejado en esa gran pantalla. Con tintes muy dramáticos, pero también con momentos muy cómicos.
Dolan protagoniza esta película porque según sus propias palabras, no creía que hubiera actor que pudiera plasmar lo que él quería expresar desde el guión de esta película, el cual se basó en propios pensamientos que él llegó a tener sobre su madre cuando era más joven, Anne Dorval y Suzanne Clément, quien interpretan a la madre y la maestra respectivamente, quienes están más que perfectas, años después volverían a trabajar juntas otra vez con Xavier en la ya mencionada Mommy, que fue estrenada en México en el Festival Internacional de Cine de Los Cabos en el 2014.
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